El viernes tuve la oportunidad
de asistir a un taller, EL ENCUENTRO CON EL YO, llegué un poco tarde , y me
incorporé al grupo, el moderador, Ricardo Bulmez, sacerdote. Durante 9 horas estuve escuchando al Padre,
compartiendo con gente de mi empresa que no conocía y otros si. El hombre habló
a cerca de la familia, de los valores sociales, del amor, del respeto, del
sufrimiento y de Dios, en muchas cosas diferí y en otras asentí , pero
definitivamente hubo algo que me encantó, ha sido el primer Padre que escucho
decir que no debemos pedir, debemos agradecer, porque Dios todo nos ha dado, sólo
debemos tomarlo, definitivamente eso fue una afirmación de todo lo que he leído
y aprendido en los últimos tiempos. Se habló del amor, y reflexioné una vez mas
a cerca del tema, yo no sé si de verdad exista el amor, no sé cuanto dura, si
dura dos años como dicen muchos, toda la vida o no existe, lo que si sé , es
que el conjunto de cosas, actitudes, aptitudes, cualidades y defectos que reúne
alguien y que eso en un combo te hace querer estar a su lado, despertar cada
dìa con esa persona, querer saber cómo durmió, cómo estuvo su día, son detalles
que aunado a reír al unísono, conversas y disfrutarlo y la sinergia, son cosas
que si pudiese definir con una palabra, lo llamaría AMOR, sin importar los
conceptos universales al respecto, y mucho menos si existe o no. Para mi eso es
amor, y el amor se alimenta de amor, con pequeñas cosas que juntas hacen
grandes cosas, un camino en el que las negociaciones son bidireccionales, no
unilaterales, en el que ambos importan, en el que se portan 50 % de
responsabilidad, atención, compañerismo, y en el que se respetan los espacios
individuales, los proyectos y en donde hay objetivos comunes que hagan
converger el uno con el otro en algún punto de la convivencia.
Amor es respetar, saber ESTAR también
saber decir ADIÓS.