Un fin de semana normal, si un fin de semana de gente normal, me sentía rarísima acostándome un viernes a las 5:00 a.m y no entrenando un sábado por el trasnocho…a decir verdad sentía cargo de conciencia por no haber entrenado, pero luego de compartir el almuerzo con mi familia (cosa que tenia tiempo sin hacer), de haber ido al teatro, haber compartido con gente que tenía tiempo sin ver, luego de haber disfrutado de un sábado genial me di cuenta que debía equilibrar ciertas cosas en mi vida, equilibrar la pasión por entrenar y la vida común, también comprendí que es genial ser plena sin depender de otro, es genial no necesitar una llamada, una palabra, en fin, no necesito de alguien para ser feliz, soy proveedora de mi propia felicidad, de mis momentos buenos y de las cosas que me llenan, comprendí que puedo abrirle las puertas de mi vida a alguien que cumpla con las mismas condiciones, alguien que este completo y que sólo quiera compañía en este camino que llamamos vida. Aunque no he tenido tiempo los últimos meses de prestarle atención a mi vida sentimental, el fin de semana normal me hizo reflexionar...no espero nada, sólo camino los senderos que la vida me dibuja, disfruto de la gente que se cruza en mi camino, los invito a caminar a mi lado hasta donde quieran, y sigo mi camino…mis cimientos son la Fe, el amor, la pasión y la verdad…
A veces me quiebro, para mi también hay criptonita, pero sigo adelante con la convicción de que siempre, siempre hay un plan infinito para mi…
Aunque algunas melodías no se toquen para mi, mi alma danza al ritmo de mis latidos..
Auque las hojas de mi árbol caigan si cesar, mis raíces se fortalecen…
Aunque mis pies se cansen de caminar, aun así mi alma querrá volar…
Buena vibra…gracias por leerme
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