En marzo comenzó mi lucha contra un aumento de peso extraño, que se instaló en mi vida a pesar de lo sano de mi alimentación y mi dedicación casi absoluta a los ejercicios y carreras, comencé asistiendo a nutricionistas, probando cambios de dietas, acumpuntura y nada, empezaron siendo 3 kg, hoy ya van casi 10, fatiga muscular, cansancio, dolor en articulaciones y trastornos de sueño…y no hay diagnostico acertado, un par de endocrinos y miles de exámenes…hiperinsulinismo, hipertirodismo, tiroiditis, síndrome metabólico…muchos diagnósticos y ninguno acertado. Hace una semana me realice una resonancia Magnética, el hallazgo, un Microadenoma Hipofisiario, pensé que era el fin de mi incertidumbre, pues no, los resultados de los nuevos estudios en sangre no coinciden con el Adenoma, sigo sin diagnóstico y sometida a una espera agónica en la que no sé que ocurre dentro de mi, y si esto va a continuar, detenerse o es el principio.
La disminución en mi rendimiento físico en entrenamiento es una de las cosas que más a afectado mi estabilidad mental, ya que correr es la mejor terapia que esta espera ha tenido. En fin las cosas no avanzan y aquí estoy, invirtiendo tiempo, dinero y paz…
A pesar de todo, hoy pasó algo que, si bien no me consuela, me llama a la reflexión. Hace unos 3 meses atrás a un amigo (a quien quiero inmensamente) lo hirieron de bala para robarle su moto, hoy, después de haber agotado su póliza de seguro, se encuentra en un Hospital, luchando con 2 bacterias que están acabando con su vida, hoy, después de 3 o 4 intervenciones quirúrgicas, de tener comprometidos órganos importantes como los Pulmones y los intestinos, se encuentra luchando por vivir, hoy, él ya no es el mismo, tiene pérdidas momentáneas y continuas de la perspectiva , episodios alucinatorios, ya no es el mismo, y sin embargo, dentro de los momentos de inconsciencia, aún lucha por vivir. Después de haber estado aislado por mucho tiempo, ahora en el hospital puede recibir visitas, pero en honor a la verdad, mi cobardía no me permite verlo en ese estado. Se me llenan los ojos de lágrimas y el alma de impotencia, porque ese hombre extraordinario esta ahí por un par de desalmados , porque ese hombre que hoy lucha por su vida es digno de admiración y me hace reflexionar a cerca de lo impaciente que he sido, yo puedo trabajar y hacer una vida medianamente normal, él está esperando a que el tiempo determine si vive o no.
Dios , la verdad es que he sido egoísta, y hoy Oro más que nunca por Ernesto y hasta hoy me lamento por msi afecciones de salud.
Te pido a ti, que tengas esperanza y Ores por la fortaleza de los desvalidos, y pienses que siempre el vaso esta medio lleno.
Ernesto que Dios te de fortaleza para salir de esto!
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