Existen momentos en que los niveles del auto control, la objetividad y la madurez emocional disminuyen, es como cuando se te bajan las defensas y te ataca un virus que te deja fulminado en cama un par de días, asimismo sucede cuando después de que ha pasado tiempo, que estas enfocado en cosas nuevas, cuando le diste un nuevo rumbo a tu vida, te ataca el virus, comienzas a extrañar, a pensar en posibilidades, en encuentros, palabras, es entonces cuando a tu sentido común le da fiebre a 40° y comienza a temblar, comienzas a delirar y a buscar motivos, te acercas demasiado al filo del precipicio y arriesgas lo que ganaste en el tiempo transcurrido, la paz y la tranquilidad.
Pueden darse mil y un escenarios para esto, con resultados positivos o negativos, dependiendo como se vean, puedes ganar en tu propósito de reconquista o acercamiento o salir por la puerta de atrás con un par de patadas en el trasero. Es aqui cuando el virus empeora, ya no es sólo la fiebre, ahora es el dolor en los huesos que deja la incertidumbre, las manos sudorosas esperando una respuesta y la taquicardia de la exasperación.
El diagnostico, indefinido, pero grave, y la cura esta en nosotros. Debemos ser concientes de los riesgos que asumimos y mucho más si involucran a otras personas, debemos estar claros en las implicaciones mentales y sentimentales que tiene caer en estas situaciones, el 50% del éxito depende de ti, el otro 50% del otro, puede ser que lo que tanto esfuerzo nos llevo construir, se desplome, que toda esa entereza, seguridad y despreocupación se diluyan como la sal en el agua.
Es el momento de tomar posición y poner las cartas sobre la mesa, pensar realmente en lo que nos conviene, evaluar si vale realmente la pena y estar conciente de las consecuencias.
Siempre he apostado por seguir nuestros instintos, pero cuando se trata del amor, muchas veces fallan, el frenesí y el enamoramiento no son siempre los mejores consejeros. Apuesto mas a equilibrar los pensamientos y a arriesgar lo que consideremos correcto, recordando que nuca perdemos, siempre ganamos..ganamos oportunidades y crecemos con los tropiezos…
Buena vibra…
Gracias por leerme…
Nunca uses la frase “que hubiese pasado si…”
Nunca te restes valor ni pierdas tu dignidad
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