Mis segundos 52K, 2 de junio de
2012, 3:00 am, el corazón me latía fuerte, abrace a mis amigos, choque las manos con Aris
y le dije a Nathy “ Bicha, a echarle piernas”. Así comenzó mi segundo
Ultramaratón, después de meses de entrenos, de perderme reuniones de amigos, de
llegar agotada a reuniones familiares, de hacer malabares para poder entrenar después
de la ofi, de ganarme enfados de amigos por no tener tiempo, ahí estaba, comenzando
una vez más otro reto contado en kilómetros…
Tenìa muchas expectativas, con respecto al IDACA de Octubre 2011, estaba en
mejores condiciones físicas.
Comenzó la carrera entre
gritos, aplausos, pisadas y respiraciones agitadas, Nathy salió a muy buen
ritmo, veía a las personas pasarme, sin
embargo sentía que iba genial, me sentía feliz, es indescriptible lo que se
siente rodeado de la vibra de la gente que corre a tu lado y mucho mas
extraordinaria aquella fiesta extrasensorial que significó para mi cada sonido
de la noche, el olor de la tierra, y la noche descansando sobre la costa, fue
simplemente extraordinario… llegué al primer PC, Chichiriviche, pare un par de
minutos a poner agua a mi bolsa y seguí, me deleite con la primera subida, por
alguna razón me encantan, corrí contenta porque cumplí mi primera fase de la carrera
en el tiempo estimado. Hubo un trecho del camino en que iba sola, y no sentía miedo,
sentía una felicidad incontenible…Me deleité con el amanecer…no tengo palabras
para describir el amor que le tengo a esto
Llegué a Petaquire, iba muy
bien, seguí corriendo y me preguntaba “ qué sería de mi ami bella”, me conseguí
a Ynes y corrimos prácticamente juntas hasta Puerto Cruz, la gente pasaba, y a
lo lejos vi venir caras conocidas, Luis Pernía, Igor Elorza, Elias Rivero…
Luisito me grito “prima mueve esas nalgas , vas de quinta”… WTF!!! Quinta??? No
podía creerlo… llegué a Puerto Cruz y mi reloj Marcaba 3´55” , menos tiempo del
que estime, me detuve a llenar mi bolsa, comí algo de fruta, eso me tomó 5”, y
salí, la adrenalina no me dio para mas… había estado comiendo gomitas energéticas
cada hora, un par de bocadillos y medio sándwich…
Cuando llegue a Petaquire de
regreso, comencé a sentirme mal, era una especie de bajón, no tenia dolor
muscular, ni calambres, ni ampollas , era una disminución fastidiosa del ritmo
cardíaco… me metí en el río a ver si me componía…agarré mínimo y seguí… en la
subida después de Petaquire me vi en la necesidad de tumbarme en el suelo, el
mareo no me dejaba caminar…ahí Deisis me consiguió y casi la mato del susto…
Me paré y continuar , me pare
un par de veces más a vomitar, estaba descompensada, me consiguió debajo de una
mata alguien a quien conocí en el Ultra pasado, y que fue una fortuna ,
Jonathan Rada, me auxilió con algo de Coca
Cola y Hielo, me dejo estable y seguí…. Llegando a Chichi, me desvanecí, me
guinde de los brazos de mis Viejos bellos que tenían Horas esperándome, lloré…
Ya había perdido la 5ta posición, ya iba de décima y de segunda en mi categoría…les
dije a mis viejos “yo puedo “ y seguí corriendo…iba mal, solo me veía los pies,
no podía levantar la cabeza del mareo, me desorineté y comencé a caminar otro
camino…me salí de la ruta como 2km, al darme cuenta, tuve que regresarme, eso
me quito media hora, ya mi cuerpo no respondía, vomité, ahí me di cuenta que no
podría seguir, al fin llegue a la antena, ya estaba en el camino real, llamè a
mi viejo y le dije “ viejo no puedo más, me voy en un carro que va pasando, y
lloré” me caí y no podía levantarme, el corazón me latía tan lento que setí que
no respiraba, comenzó a darme sueño…una camioneta en la que Venía Victor Acosta
me llevo devuelta a Chichiriviche, en ese momento se Acabò IDACA para mí, después
de mucho esfuerzo y tiempo invertido, a 10 KM de la meta me fundì.
Nunca podré describir lo que
sentí y siento…lo único que sé es que aprendí de los errores cometidos, me
demostré que he mejorado mi nivel físico y que si sirve la constancia, aprendí
que no siempre las cosas son como uno las quiere, sin embargo tengo la
oportunidad de seguir…me di cuenta que hay mucha gente que me quiere y esta
pendiente de mí, y por sobre todo me hice una mujer mas fuerte.
Gracias a Mis Viejos bellos con
sus franelas estampadas con mi nombre, por su apoyo en estos meses de entrenos,
por cuidar mi dieta y mi salud, a Nathy y Aris por ser mis compañeras de
desvelos, entrenos, risas y mis amigas, a Reinaldo (mi negro ) por su apoyo, su
kit de primeros auxilios y por salir en mi búsqueda cuando estaba mal, Gregoria
y a Fernando por sus palabra de aliento,
a Antonio por auxiliarme , y a los Hermanos Belandria, Jonathan, Luis Pernìa
(primo bello), Elias Rivero , Henry, Guery, Tiago, Deisis, Michel , todos
compañeros de entreno y a todos esos rostros , palabras de aliento y sonrisas
que me tope en el camino…
Y gracias miles a mi mejor
compañero de ruta, de vida, de sueños …Dios…