245/1339, Reto de las Arenas, meses, distancias y números distintos, la misma mujer.
Ella llego a Caño copey el 30 de enero de 2011 con el fin único de acompañar a sus amigos a correr, se presentó con unos Crocs fucsia, un short de jean y una camiseta, definitivamente la vibra de los corredores la tenia fascinada, tanto que se le ocurrió inscribirse en la carrera…si sería su primera carrera oficial, y en Arena!... una amiga le presto unos zapatos y se dirigió inmediatamente al stand de la empresa organizadora y no quedaban cupos, ella pensó, ¿será que no me conviene?, no quería correrla por fuera, quería que la primera vez fuese realmente oficial…pues apareció una señora que había inscrito a su hijo y el chico no fue, ella le compro el cupo, y de ahí en adelante era la N° 245, bajo el nombre “Lexfer”, no le importaba, lo único que quería era correr. Pues así lo hizo, corrió 7, 3km, sin recordar el tiempo, pero lo hizo. Ese fue el comienzo de su pasión por correr.
26 de junio de 2011, 1339, la misma mujer en esenia, pero espiritual y personalmente distinta, con mejor condición física (aunque un poco mas gordita), esta vez eran 21k, medio maratón, definitivamente todo un reto, el clima estaba genial cuando el reto comenzó, partió como desde hace un tiempo acostumbraba con su compañera de carreras, a quien prometió acompañar unos cuantos kilómetros, a medida que pasaba el tiempo el clima se hacia mas fuerte, mucho mas sol, definitivamente una carrera exigente. En el Km 7, 1339 dejo a su compañera atrás, corrió un poco más rápido, pasó a un par de compañeros de ruta y siguió, definitivamente iba a lograr lo que ella llama su propia “Piedra el Indio” (en otras líneas les contaré a cerca de la piedra, a efectos de estas, solo deben saber que es un sitio especial). Llegó al km 10, se hidrató y siguió, de regreso a los próximos 11km vio a gente especial, a quienes con alegría aupó a continuar, 1339 siguió corriendo contenta de estar ahí, y sonriendo, como siempre. Los últimos Km. fueron realmente rudos, pensaba lo distinta que era desde que fue la 245, lo mucho que había cambiado, vivido y recorrido, recordando con nostalgia algunas cosas y feliz de haber avanzado, feliz de haber aprendido tanto en esos casi 5 meses, agradecida con la vida y con Dios por todo aquello que tiene en su vida, y por lo que no también. Definitivamente 245 era un vestigio histórico de 1339, y ella estaba realmente complacida.
Siguió corriendo, se quedo sin agua y consiguió por suerte a gente que le brindo un par de vasos del preciado líquido, ella estaba realmente convencida de que terminaría su reto, recordaba a su mamá diciéndole “hija, eso no en mucho?, si te cansas te devuelves!” pues lo logró, después de 21 km de sol imperante, ampollas en los pies, agotamiento físico y fatiga muscular, cruzo la alfombra de llegada. Reconoció caras familiares, gente bella que había llegado a su vida por razones extrañas, y que estaba feliz de conservar, gente que le brindó una sonrisa, una botella de Gatorade y palabras de alegría por el trayecto recorrido.
1339 llegó a su “Piedra el Indio”, cansada, pero feliz, sin temor, ni rencor, ni miedo, sólo llena de amor y pasión por lo que hace, por la gente que la rodea y por su vida.
Piedra el Indio quedo atrás, quizás ahora trasmute y se llame de otra forma, pero siempre siendo un lugar especial….
1339/245, la misma esencia…
PD: compañeros de carrera, de rutas, son mi motivación, los quiero mucho…gracias por estar en mi vida…y que sigan los kilómetros.
Mami, Papi, sé que de corazón me apoyaron desde casa. Los amo
Buena Vibra y gracias por leerme.
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